miércoles, 9 de diciembre de 2009

Comic ^^







Enjoy!! =D

lunes, 30 de noviembre de 2009

Vacaciones...

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This sucks ¬¬ alguien salveme del emboleeeeeeee T.T




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viernes, 13 de noviembre de 2009

El Dragón

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Esa foto vendria a ser la imagen de un personaje de esta "novela" q toy escribiendo llamada "El Dragón"...

Dejo la intro pero no voy a postear todo u.u si alguno quiere leer lo q va, pidamela por msn o lo q venga ^^





Tras la fundación de la capital del reino de Espanur, los sabios magos decidieron implementar un sistema de onáis para comprender el tiempo, cada onai duraría setecientos treinta días con un nombre para cada período, éstos serían de sesenta días teniendo un total de doce períodos. En los últimos diez días del onai no pertenecientes a ningún período, se llevaría a cabo la celebración de “Los Dragones de Nereot, Dios del Universo”. Cuentan los más ancianos que dicha divinidad había creado en aquellos días cinco poderosos dragones que protegerían el mundo de todo mal.
Con el seguir de los tiempos la tecnología fue avanzando e hizo de la magia un mito que pocos conocen.
Sería en aquellos días festivos del onai 763 –donde la última invención eran las armas de fuego- que sucedió el primer ataque, desde aquel momento mucho cambiaría en la ciudad de Udramar…

Onai:
Primer período, Nairen.
Segundo período, Setil.
Tercer período, Linuar.
Cuarto período, Zurak.
Quinto período, Karuz.
Sexto período, Nilu.
Séptimo período, Sindel.
Octavo período, Lariu.
Noveno período, Zanzai.
Décimo período, Kiria.
Onceavo período, Vilunar.
Doceavo período, Baldar.
Celebración de “Los Dragones de Nereot”.




Suerte !! ^^

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miércoles, 4 de noviembre de 2009

Las Veinte Verdades Peronistas

Sólo las pongo por el hecho de que es algo interesante...^^







"Estas son las Veinte Verdades del Justicialismo Peronista. He querido reunirlas así para que cada uno de ustedes las grabe en sus mentes y sus corazones; para que las propalen como un mensaje de amor y justicia por todas partes; para que vivan felices según ellas y también para que mueran felices en su defensa si fuera necesario..." Juan Perón, 17 de octubre de 1950



1. La verdadera democracia es aquella donde el gobierno hace lo que el pueblo quiere y defiende un solo interés: el del pueblo.
2. El Peronismo es esencialmente popular. Todo círculo político es antipopular, y por lo tanto, no es peronista.
3. El peronista trabaja para el Movimiento. El que en su nombre sirve a un círculo, o a un caudillo, lo es sólo de nombre.
4. No existe para el Peronismo más que una sola clase de hombres: los que trabajan.
5. En la Nueva Argentina el trabajo es un derecho que crea la dignidad del hombre y es un deber, porque es justo que cada uno produzca por lo menos lo que consume.
6. Para un Peronista de bien, no puede haber nada mejor que otro Peronista.
7. Ningún Peronista debe sentirse más de lo que es, ni menos de lo que debe ser. Cuando un Peronista comienza a sentirse más de lo que es, empieza a convertirse en oligarca.
8. En la acción política la escala de valores de todo peronista es la siguiente: primero la Patria, después el Movimiento, y luego los Hombres.
9. La política no es para nosotros un fin, sino sólo el medio para el bien de la Patria, que es la felicidad de sus hijos y la grandeza nacional.
10. Los dos brazos del Peronismo son la Justicia Social y la Ayuda Social. Con ellos damos al Pueblo un abrazo de justicia y de amor.
11. El Peronismo anhela la unidad nacional y no la lucha. Desea héroes pero no mártires.
12. En la Nueva Argentina los únicos privilegiados son los niños.
13. Un gobierno sin doctrina es un cuerpo sin alma. Por eso el Peronismo tiene su propia doctrina política, económica y social: el Justicialismo.
14. El Justicialismo es una nueva filosofía de vida simple, práctica, popular, profundamente cristiana y profundamente humanista.
15. Como doctrina política, el Justicialismo realiza el equilibrio del derecho del individuo con la comunidad.
16. Como doctrina económica, el Justicialismo realiza la economía social, poniendo el capital al servicio de la economía y ésta al servicio del bienestar social.
17. Como doctrina social, el Justicialismo realiza la Justicia Social, que da a cada persona su derecho en función social.
18. Queremos una Argentina socialmente justa, económicamente libre, y políticamente soberana.
19. Constituimos un gobierno centralizado, un Estado organizado y un pueblo libre.
20. En esta tierra lo mejor que tenemos es el Pueblo.

domingo, 25 de octubre de 2009

Margaritas que quieren ser rosas

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Nunca me había sentido tan extraña. Fue como sentir que una margarita deseaba ser una rosa, o quizás un pétalo ser una planta entera. ¿Cómo lo llamaría usted? Ansias de belleza, envidia. Puede ser ambas. Pero al mismo tiempo no quiero dejar de ser una margarita, o un pétalo. ¿Cómo haría usted? Un peluquero, o estilista. Sí, tal vez sea lo mejor.
-No, esta niña no tiene arreglo.- susurró el señor a mi madre, pero aún así lo escuché.
Bueno, todas lloramos. Y aunque mi mamá diga que no debería, yo lloro, como todas. Ella me dice que les cierre el pico, que aparezca un día hecha una princesa. Siempre con ideas locas; es mi mami, hay que entenderla.

Le hice caso; que papelón, por Dios. Me intenté hacer linda por mi cuenta -con un poco de ayuda de mamá por supuesto-, quise parecerme a una de esas chicas de la serie: me hice un rodete, me pinté la cara de blanco con los pómulos enrojecidos y los labios pintados de rojo, y me compré uno de esos vestidos que escuché se llaman yukata. Ah, no olvidarnos de las alpargatas raras que usan, también compré de esas. En fin, que mal día tuve, risas por doquier, burlas, tironeadas de pelo…un horror. Como siempre mi mamá dijo que no los escuche. Las lágrimas caían a mares esta vez, lloré como si me hubiera fracturado un brazo o algo así. Ya van a ver, yo les voy a dejar la boca abierta.

No sé cómo hacer, estoy sola y mi mamá siempre apoya mis ideas, por más bobas que sean.
-¡Ya sé!- le dije un día, -Me disfrazo de rosa.
Ahí estaba la prueba: saltó de alegría diciendo que era una estupenda idea. Soy una margarita, no una rosa. Esta vida de los jóvenes nunca la van a entender esos viejitos.
Bienvenida sea esta situación de soledad. Perdí. ¿Cómo compito contra una rosa entera siendo tan sólo un pétalo? Si tan sólo conociera otro pétalo…

Ya no tengo energía siquiera, me levanto para ir a la escuela donde sólo recibo burlas y aprendo alguna cosa que la maestra enseña. Antes algún que otro chiste me causaba gracia, ahora ni siquiera eso. ¿Cuántos días más voy a seguir así?
Y mi mamá siempre alegre, creyendo mis mentiras.
-Hoy un chico me dijo que era linda.
Bueno, todas mentimos. Y aunque mi mamá diga que no debo hacerlo, yo le miento alguna vez, como todas.
-¿Viste? Yo te dije que les ibas a cerrar el pico.
Sí mami, les cerré muy bien el pico, sus burlas no son más que una manera de mostrar cariño.
Tanta vergüenza doy que las pocas amigas que tenía ya no me hablan, y eso que no son ninguna rosa; pero tampoco son margaritas -que por cierto, no me gustan en absoluto.
Y así pasan los días, “fea”, “monstruo”, “anteojuda”, risas, más insultos denigrantes…y las profesoras se cruzan de brazos, como ese personaje bíblico que se lava las manos al momento de juzgar a Jesús. Pilato.

¿Hay más margaritas en este mundo? Por que yo no veo a ninguna.

Fue hace un par de días que caminaba por la calle y dejé de sentirme sola. Vi un pétalo que era una rosa entera. No me animé a hablarle, pero ella sí a mi.
-¿Estás bien querida?- me preguntó la bella chica con anteojos. A mi me burlaban mucho con los anteojos.
Preferí callar la boca antes de largarme a llorar en la calle.
-¿Estás perdida?
Negué con la cabeza.
-Soy fea.- le dije súbitamente. Ella se rió.
-¿A vos te parece? Para mi sos preciosa.- me respondió sonriente.
“¿Preciosa?” pensé, sentí que era otra broma.
-No soy preciosa, soy una margarita fea.- confesé tristemente.
-Si vas con la cabeza gacha, vas a ser una margarita fea; si vas con la frente en alto, vas a ser una margarita hermosa, más hermosa aún que una rosa. Y te lo dice otra margarita.- me aconsejó, guiñando un ojo.
La miré maravillada. ¿Podía alcanzar la belleza? Tenía que probar. Tenía que darme una última oportunidad.

-¡Mamá, mamá!- le grité sonriente.
-¿Qué, hija?
-¡Mamá, me dijeron en la escuela que soy linda!




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domingo, 11 de octubre de 2009

El parque

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A modificar algunas cosillas, pero:

El parque

La noche se oculta sobre el manto de nubes; estamos atrapados por el grisáceo cielo en esta maldita oscuridad. Pese a la aniquilante luz de la ciudad, todos es sombras, al menos a mis ojos. No es extraño que el hombre calvo del callejón tome a una joven muchacha que iba camino a casa por el brazo y fuerce con ella; no es extraño un tiroteo a cortas cuadras de distancia, probablemente de una banda de mafiosos; o un hombre de negocios, agotado por el duro trabajo, buscando otro tipo de dureza con una prostituta. Yo no soy ninguno de ellos, pero conozco las costumbres de cada uno; puedo verlos todas las noches cuando vuelvo de la universidad.
Mi reloj da las diez.
Nuevamente estoy cara a cara con el parque, tenebroso como él sólo. Un ladrido de un perro me desconcierta; un vagabundo ríe macabramente, probablemente causa del alcohol; un farol deja de funcionar. El viento me advierte con una brisa lo que me espera, pero rodearlo no es una opción.
Mis pasos, como todas las noches, tiemblan aterrados. Mis manos sudan, es normal. Nunca llevo la billetera, simplemente el documento al bolsillo y diez pesos escondidos en la zapatilla; es mejor tener cuidado en ese sentido. No estoy armado; de estarlo, no sabría defenderme.
Los consejos de mi madre tocan a la puerta del recuerdo, pero no quiero abrir. Aún así se alcanza a escuchar: “tené cuidado con el parque”, “evitalo”, “no tenés idea de lo que es”.
Pero ya es tarde; ya no importa. Me detengo y me tienta mi reloj.
Son las diez y diez.
Por más vueltas que pueda dar, nunca podría encontrar al perro que ladra. Lo sé, una vez busqué estúpidamente durante una larga hora. No fue inteligente y mucho menos razonable, pero el insoportable frenesí de sus diabólicos gemidos provocó mi indomable actuar. Aquel día me sentía más fuerte, invadido de valor, de idiotez.
Otro ladrido me estremeció y me detuve en seco. Alguien me sigue. Continué un tramo para estar seguro, pero no hay duda.
Podría arriesgarme a perderlo en la oscuridad, rondar el parque a paso rápido. Sí, parece lo mejor.
Diez y cuarto.
El incesante tic-tac de los segundos es más fuerte que mis propios latidos, pero no más rápido. Busco silenciar mis pasos con el fin de sentir los suyos. No puedo, él sabe hacerlo mejor que yo. Podría jurar que siento su aliento en la nuca. Mis pelos se erizan, saben quién me persigue, reconocen su infernal demencia que asoma en su sonrisa, sienten el odio fulminante de esa mirada destructora. Me devorará lenta y dolorosamente. Se hidratará del sucio sudor que asoma por mi frente, que se desliza por mi mejilla, que explaya mi miedo. Su respiración alienta mi demencia, me llama a huir, pero mis pies no me escuchan. Me tiembla la voluntad, temerosa de equivocarse. Sigo mis pasos sabiendo que ya no los controlo.
¿Escucho una risa? Habrá sido un susurro del viento. Quiero volverme y enfrentarlo, sea quien sea. Mis ojos se rehúsan a ver y camino ciego hacia delante. Meto las manos en los bolsillos de mi campera buscando cualquier cosa que sirviera como arma, aunque sepa que es inútil.
De repente siento el frío de la noche que antes negué, que antes olvidé que estaba allí. Pero ahora aparecía, helado, como un demonio lo hace en la oscuridad.
Absorbe mi aliento. Agita mi respirar y mi corazón vence al reloj. Golpea violentamente mi pecho arrebatando poco a poco la cordura.
Son las diez y veinte.
Y late más fuerte. Y late más rápido.
Son las diez y media.
Lo siento, lo sé, sigo fiel al tic-tac que ha sido reemplazado por mis pulsaciones, pero esto último no lo he notado.
Probablemente sean las diez y quince todavía, pero he sido traicionado por el tiempo.
Sigo sintiendo el respirar a mis espaldas, aún sobre mi nuca. Algo toca mi cabeza y me detengo en seco por segunda vez. Es suave y abrasador y trae con sí el chillido insoportable de mil insectos. Están sobre su mano, su mano que está en mi cabeza, mi cabeza que suda como un joven estudiante aterrado en el manto de la noche, en un viejo y embrujado parque.
¡Está sobre mí, por amor de Dios!
Tengo que abrir los ojos y enfrentar la realidad que será tan repugnante como cruel. Mirar hacia arriba, nada más que eso. Tengo que…
Es tan sólo una rama, y los brutales insectos que me devoran no son más que sus hojas castigadas por el viento. Puedo volver a respirar, pero no del todo; el demonio aún está tras de mí, siguiendo con cautela mis pasos.
Lo sé, puedo sentir su corazón latiendo a la par del mío.
Sacudo la cabeza y sigo caminando.
Adelante el vago duerme sobre un banco, pero como de costumbre despierta al pasar yo por al lado. Me mira con asombro, como otras veces; a mí, no a lo que me sigue. Esta vez no ríe, simplemente permanece ausente un instante y vuelve al profundo sueño, donde quizás se encuentre conmigo.
El camino termina en un farol. No tengo salida; debo prepararme. Sólo puedo darme vuelta y enfrentar cara a cara al ser que me condena. Se ha llevado mi paz, mi rumbo, mi cordura, y pronto arrancará con sus garras de mi pecho a mi pútrido corazón, comerá mi vientre y exprimirá mi cerebro; hará un festín conmigo, y yo no podré hacer nada más que reír macabramente.
¿Será la noche que me persigue? O quizás fuera el parque; o el perro que ladra, que nunca encontré; o el vagabundo, que juega conmigo para verme en pesadillas.
Sólo queda una cosa por hacer: volverme y enfrentar a mi acechador.
En la oscuridad de la noche, del parque, de los árboles y el oscuro camino, donde mis pasos dejan evidencia de mi locura, prevalece mi sombra, inmensa, más fuerte aún que la luz del farol. Ese demonio mío entonces me ataca, y me devora, y me despedaza, y me domina.
En mi más salvaje delirio, soy sólo una sombra, en el parque, acechando a un joven que con miedo se adentra a su perdición.



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sábado, 3 de octubre de 2009

Cuento ^^

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aughhhhhhh Family (L)



Dejo un cuento sin título q despues tengo q modificar una parte ^^, un poquitín mas largo q otros...espero guste :)



Hoy desperté con la loca idea de quitarme la vida. No es que haya perdido la cordura, en absoluto, sino que… es complicado.
Lo importante es que aún estoy vivo, lo cual no me animo a llamar algo bueno o malo.
Durante el mediodía pensé la mejor manera de hacerlo, pero todas me aterraban de igual modo. Un fusil dentro de la boca y el dedo al gatillo decoraría alguna pared con mis recuerdos, mis ideas, mis repugnantes sesos ennegrecidos por la mierda que pasa por mi cabeza; poco poético y un funeral poco agradable. La descarté casi de inmediato para tomar la idea de morir ahogado, entrar incesante al interior del mar en busca del horizonte hasta que mis brazos se cansen y ni siquiera mi instinto de supervivencia pueda salvarme. Lentamente me desesperaría y no podría evitar tragar agua, luego respirarla, y finalmente hacerme uno con ella, muerto, con el horror plasmado en mis ojos; tendría mucho tiempo para pensar y probablemente me arrepentiría, sin contar la inevitable caída ante la demencia. No, necesitaba algo rápido, relajante y limpio. Entonces descarté saltar de un edificio ya que lo único que imaginaba de eso eran mis tripas salpicando a algún inocente niño de camino a la escuela; sobredosis tampoco parecía la solución, probablemente vomitaría y mi imagen sería patética, además quiero estar conciente en el último segundo; correr a toda velocidad contra una pared sonaba estúpido y mi cráneo quedaría como una pelota de rugby. ¿Inyectarme? Odio las agujas. ¿Electrocutarme? Podría parecer un error, y quiero que quede en claro que fue una situación elegida y no una equivocación. Entonces pensé la forma más simple y común –creo- de hacerlo: Ahorcarme. No destruiría mi cuerpo, guardaría de algún modo mi imagen, no habría sangre, quedarían bien definidas mis intenciones…
Sí, la idea me convencía.
Con ese asunto claro, tomé la tarde para descansar.
Recordé los causantes de mi depresión y me recosté en mi dormitorio. Me sentía observado. Dejé mis lentes en la mesa de luz y me dejé dominar por el cansancio.
En la hora y media que dormí sólo una imagen me asedió constantemente: me veía a mí mismo colgando de una fuerte soga en una extraña habitación, me balanceaba lentamente de un lado a otro, y mis pies flotaban, ¡flotaban en el aire, lejos de la tierra, de la realidad! Y yo era el ahorcado, ¡yo que soy el único conciente de lo que sucede a toda hora!
No podía ser así; no podía suicidarme de aquel modo. No representaba el mensaje a transmitir.
Desperté sudando a mares y descarté con terror la idea de la horca.
Salí a caminar un rato. Crucé frente al almacén donde solía hacer mis compras, luego frente a la peluquería, juguetería y la escuela a la que asistí de pequeño.
A todo momento me vi amenazado por ellos. Esos malditos hijos de puta. Constantemente me seguían y estaba seguro de que pronto tomarían la iniciativa para capturarme. Miraba una y otra vez por sobre mi hombro y allí estaba ese auto negro, dominante, sospechoso, rastreando mis pasos. Más de una vez eché a correr y creí haberlos perdido, pero era imposible; siempre me vigilaba a media cuadra de distancia.

Doblé la esquina.

Y de qué me perseguían. Fue en un estúpido viaje al campo que me condené. Como buen estudiante sociológico me dirigía a lo de mi tío por una inocente investigación universitaria sobre la vida rural. Unos escasos kilómetros antes de llegar sentí cómo mi auto se iluminaba por completo en medio de la noche. Anonadado, surqué los cielos con la mirada. Allí la vi: una nave espacial imponente en las alturas, un OVNI, ¡Aliens! Asustado giré violentamente el volante y me salí de la carretera, perdiendo por completo a los extraterrestres así como también el control sobre mi coche.

Llegué de vuelta a mi apartamento.

Había golpeado mi cabeza duramente en el casi-choque, pero aún así salí tambaleante a buscarlos. Ya no estaban. Me relajé en mi asiento y pensé en lo ocurrido. Mi mano temblaba víctima de los nervios y el miedo.
Ni mis tíos ni mi familia me creían, ni siquiera mis amigos.

Mientras abría la puerta principal creí escuchar a un agente a mis espaldas. Dí media vuelta y lancé un feroz puñetazo. Una mujer cayó sentada con la nariz ensangrentada. Me volví y rápidamente subí las escaleras. Al llegar a la entrada de mi hogar me reí de la situación y la dejé en el olvido.

Volviendo al asunto anterior, al volver a casa decidí realizar un análisis sobre mi experiencia y variar el tema de investigación de mi carrera a los OVNIs en el campo. Resulta ser que lo que me había sucedido parecía ser extraño para ellos (los campesinos), pero no sólo nadie me creyó, sino que se burlaron de mí y restaron importancia a aquello.
Mi informe parecía exquisito y creíble, o así lo vi yo. Pasaba horas enteras escribiéndolo. Pero entré en caos una mañana cuando descubrí que alguien había eliminado mi investigación por completo. Y ahí caí en la cuenta de que me estaban vigilando. Comencé a notar la presencia de los malparidos y me hundí en una terrible depresión. Intenté hacer notar a mis amigos que me seguían, pero nadie parecía ver el auto negro.
Desde aquel día en adelante no pude vivir otra vez en paz. Jamás abandoné mis investigaciones, pero sin importar qué hiciera desaparecían al día siguiente que eran escritas.

Sentado en mi cama encontré la solución a mi planteo: el harakiri. Para quien desconozca lo que el harakiri implica, es un ritual antiguo japonés para recuperar el honor que consiste en perforarse el abdomen con una daga llamada Tanto. Obvié ciertos detalles de la ceremonia, pues no hacían a la situación. De algún modo sentía que tenía una posición de honor que rescatar, y el harakiri daría una respuesta a eso, sabría dejar mi mensaje de manera clara. Además me fascina la cultura japonesa.
Compré el arma con mis ahorros y me encerré en mi habitación. Tomé el resto de la noche para concentrarme y aquí estoy, a un minuto de que el día termine.
El filo tierno sabe acariciar mi vientre.

En un viejo edificio, en una extraña habitación con los muros totalmente escritos, un joven yacía en su cama con el estómago atravesado. Las paredes leían incoherencias, exceptuando una única frase:
“No es que haya perdido la cordura… Simplemente nunca la tuve”.




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domingo, 27 de septiembre de 2009

Carta al viento

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Lleva lejos mi barca. Sopla como nunca antes. Aléjame de todo, pues no hay nada por qué quedarme. Si soy, no soy; si no soy, quizás sea. Así que déjame intentar ser en la nada, mudar mis sueños al solitario océano. Déjame en mi soledad. Y si he de morir, que así sea; nadie me extrañará




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lunes, 21 de septiembre de 2009

Back to life ¬¬

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Vuelto de Bariloche...

Alto viaje ^^




Deseo de un sueño que no llega.

¡Sigo sin poder dormir! Van ya cinco días sin siquiera diez minutos de sueño, de descanso; y no por la imposibilidad de hacerlo causa de infinitas actividades, sino por un desconocido hecho que ni los médicos han podido explicar. Escribí en un diario las primeras cuarenta y ocho horas, luego no tuve fuerza para levantar la birome siquiera. Estoy muy cansado, demasiado.
Quizás mi diario me explique mejor que yo, ya que en esos momentos podía pensar con más claridad:

Día 1-
Qué joda, che, por más que intento, no puedo dormir. Toda la noche estuve mirando el techo, contando ovejas, bloqueando mi mente, mis oídos, pensando en el dulce sonido del mar, con sus olas castigando la playa; no hay caso. Será que tengo mucho que pensar, o asuntos pendientes. Por un momento creí que había demonios en la casa que no me dejaban en paz, después me di cuenta de que estaba delirando.
Mejor hago algo antes de volver a estúpidos pensamientos. Quizás limpie la casa, o juegue a la computadora, o quizás lea todo lo que queda de esta triste noche.
Qué duro va a ser ir a trabajar por la mañana; voy a estar hecho un zombi. Y me intriga profundamente saber qué impide mi sueño.
Sólo un segundo pido de cerrar los ojos y olvidarme de todo…

Día 2 sin dormir-
Esto sin duda es increíble: voy más de cincuenta horas despierto.
Probablemente, si sigo con insomnio mañana, y pasado, y pasado, ésta sea la última vez que escriba aquí, ya que el cansancio que tengo es extremo. Por más que cierro los ojos en la comodidad de mi cama, no logro dormir.
Fui al médico y me dijo que era un simple desvelo provocado por algún problema personal seguramente. Me recetó unas pastillas para dormir, pero mi cuerpo casi instantáneamente las rechazó y las expulsé…por la puerta trasera podríamos decir. Con mi psicólogo buscamos una causa, pero tampoco la encontramos. Busqué cualquier método, ya harto de no poder dormir; llegué al punto de pedir a un amigo que me noquee de un golpe, pero no funcionó: simplemente no caía.
Nada funciona, ¡nada! No me quedan más fuerzas, no puedo escribir más.

El tercer día lo pasé en cama, intentando recobrar la energía que escribir había tomado de mi cuerpo para poder tomar agua y comer; fuera de eso, no hice nada, ni siquiera atendí el teléfono que repetidas veces sonó. Así también cuarto, totalmente rendido en mi dormitorio, solo, inmóvil, suplicante.
-Quiero dormir…- repetí en balbuceos, hasta que me di cuenta de que hablar me cansaba más de lo que pensaba.
Y ahora el quinto día. Encontré la manera de dormir de una vez por todas y estoy decidido a hacerlo, sólo tengo que llegar a la cocina. Sí, días de pensar y pensar al fin dan fruto.

En lentos y pesados pasos, el joven llegó al horno y abrió todas las hornallas. El gas fluyó incansablemente mientras volvía a su habitación. En la puerta de éste sucumbió, exhausto.

Al fin puedo dormir.


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domingo, 6 de septiembre de 2009

Caricias

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Dame caricias de acero
Porque tengo miedo a ceder
A perder el control
y luego perderme a mí
Empezar a soñar sin cumplir
sentir sin vivir
Enamorarme de vos
para no corresponder

No me des caricias dulces
porque tengo miedo a amar


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martes, 1 de septiembre de 2009

Drimus

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Siguiendo la racha: parte del comic y algo mío :)




Deja tu huella digital en mí
Haz de mi perfecto rostro uno normal
Destruye esa tortura de la soledad
Úneme a la vida
y déjame volar en la realidad
Sé tú quien por primera vez me toque




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miércoles, 26 de agosto de 2009

Melódico momento.

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Por si no se dieron cuenta...el ghoul vendria a ser como un zombi...

Y aca para q lean :)




Melódico momento.

Un suspiro adormecedor y elegante. Las pronunciadas curvas de sus pechos. Un baile de flacos pasos. Cabellos bailarines jugando en el aire. Ojos perdidos en la traviesa escena. El Nirvana de los mortales, de nosotros. Como ella se desvanece aparece otra pasional, arrancada de sí, bella. Su desnudo cuerpo me fatiga de tanto frenesí. Las sábanas nos envuelven para ser espectadoras. Su cadera viene y va, para luego volver. Nos sumimos en nuestro acto de goce: el romántico sexo, común en amor de adolescentes.


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lunes, 24 de agosto de 2009

Chek-out

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^^


Chek-out.

Rápido por la izquierda, luego la tercer puerta a la derecha, seguir por el corredor y bajar las escaleras al final de éste. Dejamos el séptimo piso.
-¡Vamos, vamos, maldita sea!- gritaba uno de los dos que me acompañaban, parecía aterrorizado y sudaba como cerdo.
Los escalones se volvían incontables, pero no podíamos detenernos a pensar en ello; el acechador estaba cerca.
Subiendo a toda velocidad, desde el sexto venían más fuerzas enemigas.
-¡Por la puerta, rápido!- ordenó el tercero de nosotros mientras daba media vuelta y se detenía para darnos tiempo.
Entramos en un extraño familiar entrepiso. Unas personas entraban y salían de las distintas puertas del hotel. Parecía un constante ir y venir de chek-in y chek-out. Me aferré a mis más fuertes deseos de supervivencia y comencé la carrera a través de la gente. Mi último compañero no pudo seguir; había entrado en shock. Él fue el anteúltimo de los nuestros.
A mis espaldas todo se volvía oscuridad. Sentía sus risas bailando en mis orejas. Sólo una idea atravesaba mi mente: nuestro señor había sido vencido.
Dos puertas. A la derecha una y en su opuesto lado la segunda. Tomé la izquierda y seguí mi larga huida por un infinito pasillo. A mitad de camino titubeé.
-Demonios, demonios ¡Ya están aquí!
Ahora tres puertas. Probé la frontal; cerrada. Probé la izquierda; cerrada. Mientras con miedo me acercaba a la derecha, pude verlos acercarse con sus poderosas alas y abrasadoras alas.
-¡Basta, por favor basta!- chillé antes de abrir la puerta y sumirme en mis acelerados pasos nuevamente. Rara vez miré hacia delante; me aniquilaba la idea de que pronto me alcanzarían y quería estar preparado para ello. Sin prestar atención a los detalles, llegué al final de aquel pasillo sin salida.
-¡Maldito!- comencé a gritar, -¡Nos abandonaste! ¡Nos abandonaste como perros!
Maldije al diablo.
Entonces di media vuelta y, como último hijo de la oscuridad, preparé mi aura para enfrentar con cuerpo y mente a la llameante luz, dueña ahora de un mundo sin sombras.




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domingo, 23 de agosto de 2009

Soy nuevo en estas cosas...

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Mas del "comic" y otro cuentito ^^:



Soy nuevo en estas cosas.

Soy nuevo en estas cosas, por lo que no sé por donde empezar. Como tengo que hacerlo, lo haré por donde creo es más correcto:
Llevo escasos instantes muerto sobre el cálido césped. Es extraño, creo yo, que aún sienta la temperatura de éste, así como también que esté explicando esto. ¿Qué cosa en la vida no es extraña? Una pelota, una birome, un papel. Qué palabras raras, ¿no? Oír, ver, tocar, oler. Qué sentimientos raros…
De rodillas a mi lado llora alguien. No quiero decir quién para dejar un principio más anónimo. Tampoco voy a dar mi nombre, porque si lo diera me encontrarían; porque existo, más allá de la frontera de la realidad…o de la fantasía, no recuerdo. Lo importante es que soy. Lo importante es que fui. O lo que soy y lo que fui.
Hay un árbol cerca que tiene un sentido especial. No se preocupen, yo me enteré hace poco de ello.
Vivía en un pueblo pequeño, y éramos pocos. No iba a irme de allí: me encantaba la vida lejos de la ciudad y el poder visitar diariamente el campo, la naturaleza. Estaba terminando el secundario cuando me enteré de que ella se sentía atraída a mí.
-¿Estás seguro?
-Sí, me lo dijo su amiga. Dale, andá.- me insistió mi mejor amigo, pero me acobardé.
Entonces la perdí, porque él la ganó, y me quedé solo. Pero no me importaba; un par de meses sanarían mi corazón roto. Terminé mis estudios y ayudé a mi padre en la herrería. Allí permanecí por un año felizmente hasta que nuevamente ella pateó mis sentimientos.
Era una tarde lluviosa, o no. Lo que sí sé es que era una tarde con gotas de lágrimas, que son peores que un par de nubes negras. Llegó a llanto pelado a la puerta de mi casa. Golpeó incesante la puerta hasta que la atendí.
-Me dejó, el bastardo me dejó.- era lo único que podía expresar.
-Ya está, todo va a estar bien.- le repetía una y otra vez mientras la abrazaba y la cubría del frío otoñal, y luego del invernal.
No apresuré ninguna circunstancia, sino que dejé que la primavera llegue para florecer las mañanas. Poco a poco comenzamos a tener citas a escondidas y tuve miedo de que fuera una patada al hígado. Quería devorarla a besos. Sí, devorarla. Es extraño como uno se enamora tan… ¿rápido?, ¿espontáneo? No lo sé, algo así será; usted me entenderá o no.
Como dije, el pueblo era chico, por lo que mantener algo en secreto es demasiado difícil. Primero nuestros amigos, luego algún que otro adulto, nuestros padres, todos nuestros excompañeros y finalmente todo el pequeño mundo nuestro.
Unos meses de felicidad siguieron sin parecer acabar. Estábamos tan completos. Y entonces me acerco al final comienzo. Ahora que lo pienso, es extraño también como uno puede resumir tanto en tan poco.
La última persona en enterarse fue él. No se caracterizaba por ser una persona amable y mucho menos perdonadora, sino lo contrario. A su entender, estaba metiéndome en su propiedad.
Aquella mañana tan nueva decidimos ver el amanecer ella y yo. No pensamos que fuera a haber un espectador. Primero el naranja, luego variedades de color, y finalmente el imponente sol en el horizonte. Y al lado nuestro un árbol.
Por detrás mío unos pasos silenciosos. Por detrás mío un hombre enfurecido. Por detrás mío la venganza destructora.
-Infeliz,- comenzó a decir con lágrimas, -primero me la robás y ahora la traés al lugar donde ella y yo nos conocimos.
Mientras daba media vuelta sentí que no sentía nada. Quien creo sería mi enemigo me apuntaba al pecho con una escopeta de caza. Parecía decidido.
No entendía. ¿Por qué? No había llegado el verano siquiera, y la primavera nunca antes había sido tan bella.
-Morite, hijo de puta.
Y un disparo.
Llevo escasos instantes muerto sobre el cálido césped. Es extraño, creo yo, que la persona que llora al lado de mi cadáver sea él, y no ella…




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sábado, 22 de agosto de 2009

Un poco de todo

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xD


se hace lo q se puede u.u


dejo un cuentito para q bruno se toque con el (?)hope you like it ^^


saludo




La habitación 1013.

Sólo somos fantasmas en la noche...

Una luz golpeó intensamente la ventana de la habitación 1013, ésta cedió acompañada por el romper del cristal. Para fortuna de Sergio, su padre había tenido un accidente y estaba en el hospital, nada serio pero suficiente para alejar al joven del hotel Broadway Palace.
Aquel destello flotó al interior del cuarto y comenzaron a soplar gemidos de dolor como olas de viento. Pequeñas súplicas se dejaban sentir:
-Por favor, no… Ya basta… Te lo ruego…
Pero todo se acompañaba con un sonido delicado, anestesiante. Ese sonido hacía olvidar a uno que algo extraño sucedía allí.
La luz se extinguió y en su lugar quedó una mujer solitaria y de ojos cansados.
-Mi niña… ¿dónde estás?- preguntaba perdida en la vaga oscuridad.
En el 1014, contiguo al tenebroso 1013, un hombre gordo y calvo miraba televisión mientras sudaba como perro. Un empleado barría el pasillo como todos los días a esas horas; prendió como de costumbre la radio y cambió a la f.m., en cualquier momento empezaría su programa favorito.
De vuelta en la habitación las paredes parecían temblar, aunque sólo por un instante, pues al siguiente la mujer comenzaba a llorar.
-¿Quién te ha llevado? Vuelve a casa.- siguió diciendo. Parecía ausente, aunque segura de qué hacía allí.
Entonces la dulce voz que suplicaba cesó. En su reemplazo, una extraña sensación de odio e ira dominaron el ambiente.
-¡Tú!- chilló ella.
Se sintieron risas, pero nadie reía; se sintieron golpes, pero nadie goleaba; se sintieron dos entes presentes, y allí sólo había una madre de pie en una habitación extraña. La habitación 1013.
-Sí, así te gusta, putita de mierda…- comenzó a exclamar una voz masculina. Parecía lejana, de un pasado casi olvidado.
Los gemidos de dolor volvieron, pero esta vez intensos. La cama se movía violentamente y golpeaba la pared una y otra vez. Para el 1014 la habitación contigua se encontraba vacía a aquellas horas.
-Dejála… Monstruo…- susurró entonces la única presente. Miró detenidamente las sábanas y estiró su mano hacia ellas. Éstas se mancharon en sangre. La oscuridad absorbió por completo la habitación. El odio aún estaba presente.
El cerrojo de la puerta giró una, dos veces, y se abrió. Sergio entró con grandes pasos, lanzó su chaqueta sobre una silla y se acostó de inmediato. Estaba abatido.
Se sentía extraño y no alcanzaba a entender el porqué. Había llegado a la cama por costumbre, ya que no se había molestado en prender la luz siquiera. Todo estaba demasiado oscuro. Se estiró y prendió la lámpara en la pequeña mesita cercana. Las sábanas estaban bañadas en sangre, y al pie de la cama una mujer espectral lo miraba fijamente a los ojos y estiraba su mano tocando su pierna.
No era más que un fantasma en la noche, buscando dirección.


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miércoles, 19 de agosto de 2009

Introduciendo un delirio de primera (?)

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Bueno...veremos como largamos con algo un toque cómico (o intenta serlo xD) para la felicidad de todos (L)

asi q bueno...presento ^^:
(de derecha a izquierda y bajando)

1-Tomar Kuliazzej (o algo así) representando a Pablo.
2-Steven Des Chain representando a mua :).
3-Siegfried representando a Tute xD.
4-Drimus representando a Quelito ;).
5-Bullwife representando a Fran.
6 y por ello MÁS importante-Dash representando a Lea =D.


Asi que bueno...mañana largo con el berretísimo comienzo :)


Adeus ^^

martes, 18 de agosto de 2009

Bellas épocas de rol...

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Aquellos tiempos...q bien q la pasábamos ^^

Arriba en imagen mi hermano Fran en su más clásico accionar >.<

(P.A. = Power Attack xD)


Dejo tmb un cuentito mío de hace mucho ya :)

Pánico en la noche.

Las sombras de la noche indicaron al sargento Munich que era la hora de actuar. Por la mañana había perdido a varios de sus hombres que ahora descansaban en cajas.
-Comando principal, comando principal, ¿me escuchan?-. No hubo respuesta en su radio.
Bajó por las ramas hasta acariciar la tierra con sus verdes botas, se arrastró con su pistola 9mm lista para disparar. La oscuridad normalmente era traicionera. Siguió hasta alcanzar una puerta y la cruzó tras vigilar ambos flancos.
-Comando principal, no sé si me escuchan o no, pero informo mi posición actual-. Dio sus coordenadas-. Vuelvo sin noticias del soldado Donald. Mi situación es crítica, debo cruzar campo enemigo para alcanzar un área segura, deséenme suerte.
Guardó su comunicador en la mochila que cargaba y avanzó por la amplia cocina a paso lento. Alcanzó otra habitación y pronto un par de escalones. Se tomó su tiempo para proseguir. Confundió un susurro de la noche con la radio y buscó nuevamente respuesta en ella, pero sólo hubo silencio. Avanzó por un pasillo y buscó un lugar seguro donde ocultarse. Cubierto al fin, tomó un respiro.
-Nunca llegaré.- se convenció de ello.
Continuó su camino y se asomó por un marco de madera. Aquella puerta era la del enemigo. Con cautela, se situó en el centro de ella.
-¿Estás allí, maldita?- desafió a la oscuridad.
De las sombras un enorme pie apareció y sin piedad alguna, pisó y destruyó al pobre sargento Munich, aquel soldadito de plástico que el joven Tomás tanto apreciaba. La madre del niño pronto compró nuevos muñecos a su hijo. Ella repetía una y otra vez que había sido un error, pero el comando principal no creía esas palabras traicioneras, pronto vengarían al sargento y al soldado Donald.



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lunes, 17 de agosto de 2009

La verdad menos verdadera

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La verdad

La verdad nos aterra. En primer instancia cabe aclarar qué verdad: la verdad que va en contra de lo que nos hace bien. Por eso es que muchos huyen de ella y otros ansían tanto conocerla. Porque tenemos miedo; pero enfrentar el miedo nos fortalece y alejarnos nos mantiene a salvo. La verdad es desgarradora, destructora, atroz.
Puede ser dolorosa, es verdad. Aunque no podemos negar que por otro lado es buena: vivimos tan exquisitamente rodeados de ella que cuando se torna en algo malo nuestra realidad se rompe, sólo entonces deja de ser algo bueno. Quedamos vulnerables frente a lo desconocido, quedamos destruidos ante la idea del mal. Somos víctimas de lo desagradable. Luego nos vemos obligados a adaptarnos, a sublevarnos a la voluntad de nuestra vieja amiga. Quizás no fuimos lo suficientemente agradecidos con la verdad.
¿Qué es mejor? ¿Debemos enfrentar la realidad o vivir una fantasía que como tal nos hace felices? Primero es bueno pensar en qué situaciones la enfrentamos y en cuales la negamos. Esta fantasía abarca importantes partes de nuestras vidas: hay muchos asuntos que todos decidimos darle la espalda (un fácil ejemplo puede ser la política, en lo cual muchos hacemos la vista gorda cuando injusticias suceden frente a nuestras narices). Otras personas niegan la verdad en asuntos personales. ¿Está bien? Sí, porque a fin de cuentas es feliz; no, porque en algún momento la realidad vence a la ilusión y nos pega donde más nos duele. Toda persona necesita su tiempo (que lamentablemente supera nuestro entender), por lo que hemos de respetarnos primeramente a nosotros mismos en lo personal. Está ahí, frente a nosotros, llamándonos, pero mucho más no puede hacer. Es cada uno resonsable de sus acciones, pensamientos, decisiones. Está en cada uno aceptarla. Si nosotros nos negamos a la verdad, entonces nunca la vamos a ver... ni siquiera cuando un amigo nos la sirve en bandeja.

En fin... Esto es un poco de mi verdad...mi realidad, lo que creo siento sigo e intento enseñar (de algún modo, ¿no?)

¿Cuál es tu verdad?

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